Los Locos

Seguros, indefensos, únicos, absurdos. Ellos están ahí, mas allá de todo. Son la conciencia de la sociedad, de los mundos imposibles en que habitamos, del pasado, del presente y del futuro.
Mañana estarán por ahí, mirando su vida como épica. Como gladiadores en las batallas mas difíciles, en los lugares mas recónditos, en los tiempos de Matusalen...

Ellos, los locos, son siempre así. Marcan el camino correcto a partir de su visión del mundo. Y si damos vuelta realidad como una tortilla de patatas? En un segundo pensemos que los locos somos nosotros, y ellos tan solo son los únicos cuerdos en toda la faz de la tierra. Guardan entre ellos la verdad como el tesoro mas preciado. Dicen:

¨los locos de afuera no paran de correr, su vida parece una maratón interminable.¨

¿Que decir?

Hay ciertos días en los cuales uno se levanta y no entiende que pasa en el mundo, en su mundo. Otros que se llenan de certezas como un vaso de agua.

Esta pelota con forma de mapamundi no para su giro continuo e incesante. No para de girar, no para de exaltarse, de formar conjuros ideales que solo llegan a un mínimo máximo de seres.

Hay, los seres humanos, bendita raza, única e indestructible (por ahora). Capaz de matar o morir por una idea aunque sea de otro. Capaz de llorar o reír ante el mismo impulso. Capaz de ser egoísta y solidario al mismo tiempo.

El tiempo que nos queda para darnos cuenta de que la vida vale mas que un helado.