domingo, 23 de noviembre de 2008

Ideas frias y sueltas

La naturaleza invade mi ser. Fusiona mi organismo en el cosmos. Mucho mas allá de la extraña invención de la sociedad, esos códigos que nos sitúan dentro de un mundo realmente irreal.
Hace días que no tengo la necesidad de mirarme al espejo. Sudo, vibro, salto, trepo, como, rió, lloro, me emociono. Nuevamente soy un animal. Un ser de este mundo que es mucho mas alucinante que cualquier otro conocido.
Pienso en la vida, en la finitud y no puedo dejar de sentir un enorme destierro por la tierra. Por ese mundo que no conocemos como propio, que solo vivimos como un foto de almanaque, como una postal.