Dejen la Calle en Paz!!!

¿Vaya uno a saber a donde vamos? ¿donde terminaran nuestras lineas, nuestras coordenadas espacio-temporales? ¿Para que nos movemos? ¿Porque nos movemos?

Hoy salgo a la calle y me encuentro con un turco y me como un kebap. Mas tarde, un chino me pide que le saque una foto. Otro, que por su forma de vestir y de mirar, debe ser nórdico se emociona al donar unos pocos euros para cambiar el mundo. Se lo cree y repite su emoción. ¿Su vida es mejor ahora? ¿Podemos culpar a los santos inocentes de que unos cuantos hijos de puta se llenan de dinero como único fin de su detestable vida? ¿Como hacemos para que el mundo cambie si estamos mas controlados que los productos de un supermercado?

Me levanto por la mañana y el televisor me lanza estímulos variados con la intención de que yo responda de manera positiva. Eso es lo que buscan: Complices de esta farsa que llaman democracia, estado de derecho, y un montón mas de gillipolleses... unirnos por la libertad en donde nuestra vida quedo resumida a un montón de escombros, de girones de nuestra propia existencia. La gente busca en los estímulos materiales un oasis donde poner el objetivo para poder resistir el mundo de mierda que hemos construido entre todos. No nos engañaran. Tenemos que terminar esta farsa y salir a la calle a coparla, a pararla, a darla vuelta, a saltarla, a reírla y a llorarla.

¡¡¡Dejen la Calle en Paz!!! -grita un viejo-. Mientras los payasos, que se hacen llamar agentes, le quitan de su improvisada cama.

Lo único que queda de la escena...

Un pedazo de cartón arrugado y pisoteado. Un viejo que se va blasfemando contra todo, contra todos...