viernes, 30 de mayo de 2008

La vaca

La vaca estaba triste. No sabia que más comer después que el fuego deborara las extensas tierras donde crecía la fuente de su alimento, el pasto.
Caminó kilómetros a ritmo cansino. Miró hacia todos lados para ver si encontraba algo que le calmara el hambre.
La sed comenzaba a apoderarse de su cuerpo. Hacia ya tiempo que no bebía un poco de agua.
Las fuerzas comenzaron a escasear. Sus ojos solo veían agua de tanta sed guardada. No podía más.
Hasta que al costado del camino se topó con un hombre de traje gris, pulcro, camisa blanca y corbata violeta -ésto le llamo la atención de sobremanera a la vaca-, y le dijo...
-¿tienes sed vaquita?
La vaca movió la cabeza en forma afirmativa.
El hombre prosiguió...
-¿quieres agua vaquita?
Cuando oyó esa palabra su desdicha encontraba un fin.
Por último el hombre dijo...
-Yo te daré agua y todo el pasto que necesites, pero ahora tendrás que trabajar para mi ¿estás de acuerdo?
En la desaparición la vaca ni dudo la respuesta y contenta afirmó su respuesta.

Al cabo de un mes un niño le preguntó a su madre...
- mama... ¿por qué la vaca del anuncio esta pintada de violeta y lleva un tatoo que dice ¨milka¨?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:
que bien que escribis macanafi, cada dia mejor.
leyendote me acerco un poquito mas a vos y registro las sensaciones, preguntas, respuestas que rondan tu vida...
tan distante y tan cerca mio a la vez
te quiero
tu amiga 'm'

juan pablo dijo...

Hola amigo,hermano,paria, cumpa, y tantas cosas, cuan identificado me siento con la vaca!!!!!! cuantas vacas veo a diario en esta maldita ciudad metropoli!!!!!!!!!! a diferencia de tu historia, aca no van pintadas de violeta, aca llevan el culo roto porque NOS COGEN DE PARADO Y A SECAS TODOS LOS DIAS!!!!!!
Una abrazo gordi!!!!!!!!!!!!!
juanpa